Cada peque es único. De eso no hay duda alguna. Y como padres, intentamos siempre hacer lo que sea mejor para ellos. Buscamos brindarles confianza, una buena educación, evitarles sufrimiento y convertirlos en futuros adultos responsables, buenos y seguros de si mismo.

Y es que el camino para lograrlo es todo menos fácil. Lo importante es tener claro que no hay una fórmula probada, que no hay un método correcto y otro incorrecto y que lo más importante es transmitir nuestros valores, pero siempre respetando que no todos los niños reaccionan a los estímulos de la misma forma.

En esta línea, nace el concepto de la pedagogía blanca. Esta se basa en que cada niño tiene sus propios ritmos evolutivos y talentos, por lo que se les debe acompañar, educar y enseñar de acorde a sus potenciales, ofreciendo las herramientas que necesitan en cada momento, fomentando su creatividad y curiosidad natural.

Y es que la educación escolar tradicional no es para todos. Si bien es un sistema que funciona muy bien en gran parte de la población infantil, hay niños y personalidades que además de no adaptarse a este sistema, se enfrentan a ir perdiendo parte de su creatividad, talentos e incluso personalidad en esta forma estandarizada de educar.

La pedagogía blanca busca no sólo ofrecer una solución y camino alternativo para los niños, sino también enseñar a educadores y padres a liberarse de sus paradigmas y volver a confiar en un proceso más natural de aprendizaje. Es una invitación a no valorar resultados estandarizados. A lo largo de las últimas décadas, ha habido otras modalidades de educación no convencionales. Una de ellas es la pedagogía Waldorf,  basada en la búsqueda de educar la globalidad del niño, equilibrando sus capacidades,  dejando a los niños libres de movimiento, para jugar, imitar y sobre todo explorar. Otra de las pedagogías no convencionales es el método Montessori: este método se basa en el respeto y la estimulación, dando especial cabida a la libertad dentro de ciertos límites y destacando la necesidad de un entorno cuidadosamente preparado que garantiza que el niño estará expuesto a ciertos materiales y experiencias, sin serle impuestos.

Y es que la diferencia entre pedagogías como ésta y la pedagogía blanca, es que la última está buscando un cambio global en la educación, planteando su método no exclusivamente para los niños, sino para quienes les rodean y que efectivamente deben desprenderse de paradigmas previamente aprendidos para dar paso a esta pedagogía alternativa.

En www.kidshome.es encontrarás una cuidada selección de juguetes especialmente recomendados por los expertos en estas pedagogías, como el arcoiris, el set de torres circulares, la tira para cochecito o el set de cubos. Y en la página www.pedagogiablanca.net puedes informarte más acerca de este proyecto, te podrás descargar material muy interesante gratis y también inscribirte para las clases de coaching que ofrecen.

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